Dana miraba el barco que había atracado en el puerto, rodeado de varias barcas pequeñas desde un tejado cercano al puerto.
Lierga era una tranquila y pacífica aldea de pescadores, en una de las islas Hanack, esta aldea daba también nombre a toda la isla.
Hacía un buen día, no había nubes en el cielo y corría una leve brisa cálida. Un pequeño armiño jugaba entre los pies de Dana, subiendo por su espalda hasta su hombro para bajar a su regazo y volver a empezar luego.
-Así que es cierto-escuchó Dana a su espalda- Dana, la guerrera, se va de Lierga y toda Hanack.
-Que bien informado te veo Xemnas, y eso de guerrera…no es así como describiría yo mi trabajo-le respondió Dana
-Oh! Claro, perdona, la pequeña asesina se revela- le contexto con ironía Xemnas –con su gran espíritu y su magia negra, claro, como podría una chica así hacer el bien.
-Has acabado?-preguntó Dana
-Si, por el momento.
-Una cosa, ni si te ocurra meterte con mi espíritu, yo no lo elegí, y sabes que3 es el negro, y que tienes contra mi magia negra? No opinabas lo mismo cuando tuvimos que luchar contra el ejército el mes pasado.
-Ah, es cierto, si tenemos aquí al precioso unicornio.
-Para ya con eso Xemnas
-Vale, vale, y en cuanto a tu magia, no tengo nada malo contra ella, y si, nos fue de gran ayuda, aunque después acabases herida.
Xemnas se sentó al lado de Dana y ambos se pusieron a mirar el mar, el armiño ahora dormía en el regazo de su dueña mientras esta lo acariciaba.
-Quien te lo ha dicho?-preguntó Dana rompiendo el silencio
-Dana, somos compañeros, en un grupo de tres se sabe todo – le respondió Xemnas
-Fue Shax no?
-Si, fue el, aunque yo esperaba que me lo dijeras tu
-Ya…nunca encontré el momento
-Y para decírselo a el si ¿no?
-Tampoco, me leyó la mente mientras miraba unos mapas que le pedí “prestados” a un marinero
El silencio volvió a reinar entre ambos, un gavilán plateado se posó en el hombro de Xemnas y este lo acarició.
-Cuando te vas?-preguntó Xemnas
-Esta noche-respondió Dana- el barco zarpa mañana por la mañana
-¿Por qué lo haces?
-El que?- preguntó Dana
-Irte de Hanack, no lo entiendo.
-Porque aquí todo el mundo me conoce, ya no puedo hacer nada.
-Claro, te conocen porque para ellos eres Dana la guerrera, la guarda espaldas, la que les ayuda a llegar sanos y salvos a su destino.
-Ya claro, ¿pero quien soba, saquea y asesina en los caminos y demás lugares?
-También tienes razón, nos conocen demasiado
-Si, y ahora empiezan a desconfiar, se han dado cuenta de que cuando estamos fuera no pasa nada
-Si, es cierto…
-Aparte que me aburre esta vida tan monótona, necesito gente nueva.
-Si, para robar y matar ¿no?- Preguntó riéndose Xemnas
-Exagerado, no, matar de momento no estaba en mis planes, pero lo otro si-se rió con el Dana
-Aparte que nunca has tenido buena fama por aquí, ese es otro motivo por el que te vas verdad- escucharon Xemnas y Dana detrás suya
-Si Shax, ese es otro motivo- respondió Dana mientras Shax se sentaba con ellos- mi madre era una asesina también, condenada a muerte cuando yo tenía 17 años y de mi padre prefiero no hablar, y no está bien visto que fuese su hija y me junté con vosotros a su muerte y eso también influyó.
-Te arrepientes de ello?-Preguntó Shax mientras acariciaba a un armiño que tenía en el hombro
-Nunca, eso nunca- respondió Dana- fueron los mejores años de mi vida.
-¿Porqué escogiste este puerto?- preguntó Shax
-Porque en los otros tendría que dar demasiadas explicaciones y lo sabes. En Lierga, al ser mi isla natal, saben quien soy, todos huyen de mi…y de vosotros- le explicó Dana
-Pero así no te dejarán subir a ningún barco- le dijo Xemnas
-¿Quién ha dicho que suba por medios tradicionales?-preguntó Dana con una sonrisa
-Cierto, a veces es como si no te conociera-le respondió Xemnas
-Eso no, eres, bueno, sois como mis hermanos mayores y me conocéis-les dijo Dana
Todos se callaron y contemplaron a las olas chocar contra el puerto y las embarcaciones atadas a este, el bullicio que había en la plaza y el cielo, en el que empezaban a aparecer pequeñas nubes blancas de algodón.
-He conseguido trabajo en el ejército real- les confesó Shax
-¡Pero si tu lo odias! ¡Si eres partidario de la resistencia! Es mas, ¡eres su líder!-le dijo Dana asombrada
-Por eso, desde dentro puedo controlarlo y sabotear mejor todo- respondió Shax
-Y tu tienes algo o no? – le preguntó Dana a Xemnas
-No y lo sabes, supongo que seguiré con nuestro trabajo-respondió este
-Pues entonces vente conmigo, Shax no puede, pero tu si, seguiremos con lo mismo en otro sitio- le propuso Dana
-¡Ja! Y dejar todo el botín que me espera aquí con tu desaparición? Vale que luego tenga que armar mas guerra yo solo, pero después, todo el otro también será para mi- le contexto este.
-Bueno Áner, me parece que nos quedamos solos- le dijo Dana a su armiño que ahora jugaba con el de Shax.
-Te lo vas a llevar? – preguntó Xemnas
-Siempre, tu te separarías de Eiven, o tu Shax de Rödon?- preguntó Dana
-Nunca! –respondieron los dos a la vez
-Va a ser mejor salir de aquí, empezamos a llamar la atención- les dijo Shax
-Si, aparte que está anocheciendo y tengo que juntar las cosas para irme - contexto Dana
Pero ninguno se movió de su sitio, se quedaron mirando la puesta de sol y después la luna hasta que el sol abría el día en el horizonte otra vez.
Habían hablado toda la noche, sobre ellos cuando se conocieron, sobre su futuro y sobre lo que eran, ya eran una familia.
-Ahora si debo irme, el barco pronto zarpará, se me está haciendo tarde- les dijo Dana
-Si, es cierto, debes irte- le dijo Xemnas
-Antes de que te marches, quería daros esto. Nunca encontré el momento, pero quería que lo tuvierais, y ahora que nos separamos, aún mas, aparte de que os ayudará, puesto que tiene parte de vuestro espíritu y vuestros poderes-les dijo Shax entregándoles un anillo rojo a Xemnas y otro azul claro a Dana, y el de Shax era verde oscuro.
-Como conseguiste…-empezó a decir Dana
-Años de experiencia-le respondió Shax antes de que esta pudiese terminar.
-Gracias Shax, y a ti también Xemnas, gracias por todo-les dijo Dana mientras se ponía una capa oscura, cubriendo las 2 espadas que portaba y su figura.
-Nuestra pequeña asesina nos deja
-Si, ten cuidado ahí fuera
-No te metas en líos
-Que no te descubran nunca
-Piensa antes de actuar, porque nunca lo haces
-Parad, parecéis mi madre dando tantas órdenes, ya no soy pequeña-les dijo Dana
-No somos tu madre, somos tus hermanos mayores, y si, lo sabemos, ya no eres una niña Dana, pero tampoco eres tan mayor, cuando lleves siglos en este mundo como nosotros, hablaremos sobre ellos- le respondió Shax
-Eh! Que ya llevo 1 siglo con vosotros y eso se cuenta-le dijo ella
-Jeje, también tienes razón. Es mejor que te vayas o no cogerás el barco.
-Si, es cierto. Adiós Shax- le dijo Dana abrazándole
-Adiós Dana
-Adiós Xemnas- dijo ella haciendo lo mismo
-Adiós pequeña, cuídate.
-Prometo que nos veremos de nuevo, nunca os librareis de mí- les dijo Dana
-Eso esperamos, eres nuestra hermana pequeña- dijo Xemnas
Tras despedirse, Dana saltó de tejado en tejado acercándose al puerto, una vez allí y comprobando que no la veía nadie, subió al barco, dentro de poco zarparían. Cuando miró al tejado donde hacía nada que estaba con ellos, no vio a nadie, ya se habían ido, ya no los volvería a ver en mucho tiempo…si es que lo hacía.
Tras un rato de espera zarparon, Dana y Áner se ocultaron el la bodega hasta que la noche se echó encima del barco. Cuando todos dormían, salieron a dar una vuelta por cubierta, se acercaban al reino 5, por la mañana atracarían en su puerto.
-Tenemos que hacer que nunca olviden este viaje- le susurró Dana a su armiño
Recorrieron todo el barco silenciosamente, cogiendo todo el oro que podían, y finalmente, dejando en libertad a los animales que transportaban, haciendo que todo el mundo se levantase y se armase el caos.
Mientras tanto, ella y Áner estaban en un bote más cerca de su destino, con el oro conseguido en el barco.
-Nuestra aventura empieza Áner, nadie nos podrá parar- le dijo Dana a su armiño mientras este se acomodaba para dormir
>FINAL DE LA HISTORIA INDIVIDUAL DE MI PJ<-