Kit, el gato de muerte

Bueno, pues os voy a dejar un relato que había comenzado hace tiempo, y que he abandonado por completo xD A ver si poniéndolo en el foro lo retomo. Os dejo la primera parte, es decir la introducción. Son capítulos pequeños, cosa bastante rara en mí xD :

Kit: El gato de muerte


Prólogo

Mi cola se mecía al compás de la música que provenía del interior del local. Mi pelaje negro y mis ojos penetrantes, eran signos de honor ante los otros animales, obligados a convivir conmigo, en aquella gran ciudad; la llamada por los humanos: París. Me lancé al tejado siguiente. Ya podía ver a mi izquierda la gran torre de la ciudad, para mí, signo inequívoco de ella. Desde que tengo memoria, mi vida ha estado rodeada de: “Pardon, excuse moi…” y, por supuesto, muerte. Aunque, una vez que te acostumbras, este último, es un detalles sin importancia. Al fin y al cabo, esa es la función de un gato, ¿no? O, al menos, la de un gato de muerte. Apoyé mi parte trasera en la esquina del tejado, sin dejar de mover mi cola. A continuación, comencé a maullarle a la luna.
Minutos después, una idea surgió en mi mente. Podía utilizar al humano que había conocido hoy, para divertirme. Realmente, aquello podría volverse muy interesante. Sin dudarlo un instante, empecé a avanzar de tejado en tejado, en dirección a un lugar concreto. La casa de aquel humano tan especial. Aún me faltaba bastante, por lo que no pude evitar recordarle. Estaba caminando por la ciudad, maullando y pidiendo comida, cuando me crucé con él. Normalmente, los seres humanos no son capaces de entender los maullidos de los gatos… normalmente… Pero él sí podía. Me sorprendió, tengo que reconocerlo; con esa cara de atontado, no esperaba que pudiese hacer tal cosa. Fue entonces cuando decidí esconderme, y esperar a que el muchacho volviese a casa. Cuando la gente comenzaba a recogerse, él también lo hizo. Vivía en una calle estrecha, cerca de un gran hotel. Desconozco si vive con algún tipo de familia. Es el problema de que los gatos no seamos muy amigos de quedarse en el hogar familiar, preferimos la independencia. Por la contra, muchos humanos conviven con sus familias hasta muy tarde. Cultura humana; bastante asquerosa a mi parecer. En fin, decidí no darle más vueltas al asunto. Ya me encontraba a escasos metros de la casa. Disminuí la velocidad, y avancé sigilosamente. Descendí hasta la calle y miré la casa. El joven que buscaba estaba apoyado en la ventana, observando el infinito. Lo observé y levanté los bigotes. Le maullé, sin decir nada. Él miró al suelo, buscándome. Me encontró pasados unos segundos. Me vigiló, con los ojos entornados. Yo también le miré. Estaba decidido a no bajar la mirada, tanto él como yo. Su decisión acabó por gustarme. Me acerqué a una alambrada y comencé a subir por ella. Cuando estuve en la punta, me lancé a la ventana. El muchacho se apartó para dejarme espacio. Volvimos a mirarnos, y tomé la palabra.
- Mi nombre es Kit, soy un gato de muerte. Creo que vamos a divertirnos juntos- el muchacho me miró sorprendido, y yo respondí con una sonrisa “gatuna”.

Saludos ^^